lunes, 23 de junio de 2014

L

En estos días he llorado tanto, tanto, que sentía que me ahogaba, el dolor que te produce saber, que no tienes hambre y que por eso no tienes energía y no te sientes con fuerza para salir de casa, ha hecho que me hundiera en un pozo del que ahora mismo estoy intentando salir de manera descontrolada.

El, la persona en la que he confiado para todo todo este tiempo, que ha sido mi cómplice y mi amigo, me ha fallado. Las cosas que no se cuentan para ahorrarse un enfado y después salen a la luz, duelen. Que te mientan a la cara, duele. Que te nieguen lo que han visto tus ojos, duele. Intentar ser feliz ahora, duele. 


No puedo pensar en que pasará en adelante. Yo no imaginaba una vida apartada de su lado, pero al mismo tiempo, no imaginaba una vida abocada a discutir todas las semanas, a llorar sin encontrar explicación lógica. 


"Basta con que me pida perdón", pensaba. Pero es muy diferente, basta con que haga las cosas bien, con que me cuente las cosas igual que hacía yo, con que intentara que al cruzársele los cables no me afectara como para dejarme KO.


No imagináis lo que le he amado y de qué manera. Porque cuando nadie pensaba que con ese carácter se pudiera llevar adelante una relación más o menos estable, lo conseguimos. Cumplimos porque nos queríamos y deseábamos estar juntos. 


Rabia, frustración, dolor, siento que me estoy volviendo loca.

lunes, 2 de junio de 2014

A corazón abierto

Palpitan mis ansias de escribir, mis dedos están ávidos de palabras, de palabras, que expresen sentimientos que no son capaces de reconocerse en frases, que sale de esta boca tímida, callada por muchos, aunque esos muchos no tengan ni idea que le están poniendo bozal. 

Me encierro en mi cabeza, teniendo en cuenta que esto no hace bien, pero hace que el momento menos íntimo se convierta en una "suit privada" únicamente para mí, para encontrarme conmigo, para encontrar mi camino, para decidir lo que quiero, sin contar con nadie. 


El cordón umbilical ya no da para más, mamá. He decidido que ha llegado mi hora. Creo en mí, en mis aptitudes, en mi actitud ante todo lo que se me vaya a poner por delante. El toro que vaya a agarrar por los cuernos será bravo, peleará hasta el final y sé que me costará mucho vencer, que será algo difícil, pero lo conseguiré. 


Siendo positiva, confío en mi misma como en ninguna otra persona de este bonito mundo.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Nuevoantiguo

El surfista espera a la ola. 

Espera en silencio, avistando el horizonte.

Desea con fuerza que aparezca, pero impotente e inquieto pues los demás surfistas (para él, competencia) también aguardan a que el mar, en un cambio constante, por capricho del viento, cambie, y se embravezca. El agua le inunda hasta las rodillas, atento, hay que estar muy atento. Podría ser grande, enorme. Podría ser perfecta para cabalgarla, hasta podría ser la ola de su vida, la que recuerde siempre, por implacable o por bella. 




Las oportunidades se presentan, pero tienes que estar ahí, dispuesta siempre para subirte a ellas.


lunes, 7 de octubre de 2013

Mi jardín

Bienvenida a mi jardín, 
ya no quedan rosas frescas,
el invierno es duro, la nieve es cruel.

No se si seguir con esto,
ya no hay verde, no queda fruta,
no te extrañes, no ha llegado él. 





Llenas de luz y alegría mi vida, quédate para que reguemos los dos esto que tanto valoro, que huele a menta, que es fresco y vibrante... 

Quédate.


jueves, 23 de mayo de 2013

Escribir

Llevamos dentro escritos una cadena de recuerdos (que quién sabe si jamás sabrá alguien) que, a veces, está bien ordenar, clasificar, descifrar e intentar comprender... 

Algunos están escritos a boli bic. Deprisa, los recuerdas atrotinados, están desordenados en el tiempo y con tachones, vamos, típico resumen de instituto que no le presentarías a la profesora exigente ni loco, pero ahí están. 

Otros tantos, están marcados a fuego. Sabes que, por buenos o malos que sean, no se te van a olvidar jamás. Nunca. Te vendrán a la mente continuamente cada cierto tiempo porque te han marcado. Y eso es así. 

Hay unos pocos escritos en preciado y frágil papiro. Esos son los que mejor se conservan, puesto que son los que mejor quieres conservar. Esos son extraordinarios. Fantaseas al recordarlos porque siempre es un placer hacerlo. 

La inmensa mayoría se conservan el un libro. Un libro tan especial, que algunos dicen que tiene en su portada un botón que alguien descosió de un pantalón por alguna causa. Ese libro es parte de tu vida. Y sólo tú decides como quieres que finalice cada capítulo y como quieres que empiece el siguiente. Este libro es tu día a día, los momentos que la gente piensa que son los menos importantes, pero nos ocupan mucho tiempo. 

Me doy las gracias a mí misma cada día por tener tan claro con quien quiero seguir escribiendo mi historia, que a la vez, es nuestra. Me siento afortunada de formar parte de un libro, tan importante para mí, como es el mío propio; el tuyo. 

No tenemos certezas ni instrumentos que nos ayuden a aclarar que pasará mañana, pero podemos construir un presente a placer, y eso, está tan poco valorado... 

domingo, 3 de febrero de 2013

Placer

Me toca. Y no me toca despacio. Puedo sentir la tensión que desprende por sus dedos, sé que no la puede controlar y es completamente contagiosa, sabes. Como una descarga que busca toma tierra y necesita antes pasar por mi cuerpo. 

Sus manos aprovechan del todo el sentido del tacto, porque a oscuras, los sentidos se agudizan y eso hay que aprovecharlo, ya sea con los ojos vendados o con la luz apagada.

Eso siento ahora mismo. Que sobra el pijama. Que sobran protocolos, mantas, sábanas. El olor cada vez es más fuerte, más penetrante (por lo menos para mí). Pero no es molesto, no, nada de eso. Es excitante. 

Siempre, antes: -Te quiero. Y le respondo: -Te quiero. Eso de responder con un "yo también" o con un "y yo" ¿qué significa?. Hay que decirlo bien. 

Empieza el show y los dos morimos de ganas por darlo todo, como siempre, e inventamos posturas nuevas con cada espectáculo. La imaginación tiene el papel protagonista. Ahora la pierna así, ahora gírate y mírame, ahora levanta la pelvis... ahora bájala... 

Todo en silencio. Bueno, en silencio no. Como BSO los muelles de la cama, las tablas de somier y nuestros gemidos. Prueba de que nos entendemos y disfrutamos a cada segundo de lo que está pasando, y eso es lo mejor de todo. 



jueves, 20 de diciembre de 2012

¿The End?

Quizás este sea mi última entrada. 

Quizás mañana se acabe el mundo, ya no existamos. 

Seguramente habrán montones de catástrofes naturales, todos se aprovecharía de la situación, nos volveríamos locos, la gente simplemente miraría por si misma y dejaría de hacerlo por los demás...

Aunque, oye, pues tampoco sería tan diferente como hasta ahora ¿no?.


Seguiré pensando que simplemente es un cambio... de algo, a mejor.

martes, 20 de noviembre de 2012

Dibuja, restaura, mejora

Con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera para mí, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar.

Hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige.


Una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.


miércoles, 27 de junio de 2012

Contrarios

Fácil. ¿Qué es fácil? Hay muchas cosas que son súper fáciles, tan fáciles como comer. Lo hacemos desde que nacemos, es algo intuitivo, y es fácil. Matar. Matar es fácil, si lo piensas, aunque cruel. Hacer palmas es también tremendamente sencillo. Dibujar, besar, dormir.

Pero enamorar, enamorar y que te enamoren es tremendamente difícil, compadre.

jueves, 21 de junio de 2012

Gracias.


Momentos inolvidables. 
Sentimientos inexplicables.
Personas incomparables.





lunes, 18 de junio de 2012

"Lo has hecho muy bien..."

No sé si alguna vez os he dicho que yo también soy de las que pienso que no gozas de las victorias si no has vivido en tus carnes la dura y ruda derrota. Hace falta que te digan que no, que te denieguen proyectos y te rechacen mil veces para marcarte objetivos y acabar convirtiéndolos en desafíos, escalar descalza, desnuda y desprotegida, consiguiendo alcanzar la cima a trompicones y sintiéndote grande allí arriba.




viernes, 1 de junio de 2012

Bienvenido, verano de 2012

El alféizar de mi ventana es el alféizar más perfecto que he visto jamás. Es perfecto para apoyar una tarta de manzana redondita, recién sacada del horno y dejarla ahí para que enfríe (con una cereza en el medio). 


Pero eso se lo dejo a los yanquis, aquí en mi casa no saben qué es eso de tartas caseras... Mejor me siento yo, voy a esperar a ver si llega ya... 


Que momentazo. Seguro que si me vieras, me envidiaríais. Temperatura perfecta para ponerte el pijama de verano, descalzarte y sacar del congelador el helado de dulce de leche... Mmmm, mejor una cuchara sopera. 


A ver si llega... 


- Hoy es 1 de Junio -

domingo, 20 de mayo de 2012

Anatomía

Decir cosas como, “la gente no cambia”, vuelve locos a los científicos porque el cambio es literal. Lo único constante en la ciencia. La energía, importa, está siempre cambiando, transformándose, fusionándose, creciendo… Muriendo. 


La forma en la que la gente trata de no cambiar, es antinatural. La forma en la que nos aferramos a las cosas que eran en lugar de aceptar lo que son. La forma en la que nos aferramos a los viejos recuerdos en lugar de generar nuevos recuerdos. La forma en la que insistimos en creer a pesar de cada indicación científica que todo en esta vida es permanente. 


El cambio es constante. 


Cómo experimentamos el cambio está en nuestras manos. Podemos sentir como si muriéramos o podemos tomarlo como una segunda oportunidad


Si abrimos nuestros dedos, nos relajamos, nos dejamos llevar… Se puede sentir como adrenalina pura. Como si en cualquier momento pudiéramos tener una nueva oportunidad en la vida. Como si en cualquier momento, pudiéramos volver a nacer.

miércoles, 9 de mayo de 2012

09052012

Me siento bien, porque tengo el sol


¿qué puedo perder?

miércoles, 2 de mayo de 2012

NO. No soy la chica más formal. No soy la que tiene más ropa, ni la que más vestidos bonitos. No soy de esas que tienen siempre la minicura perfecta, no. No soy la chica más estilizada y alta, ni la que tenga siempre dinero a mano. Que va, no te pienses que tengo mucha lencería fina, el pelo más largo y liso, ni, porqué no decirlo, los pechos más grandes y firmes. No tengo en realidad muchos pendientes, siempre acabo por perderlos. No siempre voy maquillada, mis labios a menudo se cuartean y mis pestañas no son demasiado rizadas. No soy ni las piernas más perfectas ni la de los tacones más altos, no, no y no.

jueves, 26 de abril de 2012

Cosas importantes que hacer:















Acordarme de las cosas importantes.


Lau.

miércoles, 18 de abril de 2012

!

"NACER DE UN TIRO EN LA SIÉN,
VIVIR, DISFRUTAR, AMAR Y
MORIR DE UN ORGASMO."


martes, 17 de abril de 2012

No se encuentra fallo


No te acerques a una chica frágil. Me duele la luz de los semáforos y contigo estoy tan mal como sin mí. Dame tiempo. Sólo busco subtitular mis sueños, me hablan de un para siempre, una jamás y un nunca. Pero no los entiendo muy bien, quizá porque hoy esté algo espesa.
Apareces tú en todos, suave, como un sol que no quema, si no que gusta su luz calentita. Dulce, como una tarta que no aburre y gusta, porque su crema no es demasiado densa.

Ya me conoces. Pero hay cosas que aún no sabes: Me encanta la salsa de queso, soy perfeccionista hasta llegar al punto de quisquillosa y no odio los pantalones de campana. Pero yo, amor, no me conozco tanto en realidad.
La máscara es reverso del espejo del alma.
Te diría que no te acercaras mucho a mí... Pero duerme conmigo.

miércoles, 4 de abril de 2012

+

Llevaba ya cómo cuarenta minutos andando sin rumbo, pero al menos tenía dirección. Iba hacia el este, pero no iba yo sola, estaba Gus, esta vez lo llevaba sin correa, quería comprobar si al menos, ahora que estaba un poco preocupada, me obedecía más. Como aquella vez que nos quedamos encerrados los dos en el ascensor y el no paraba de lamerme por todas partes para intentar consolarme. Y para mi sorpresa, se comportó, y mucho mejor que nunca. No se separó de mí en ningún momento.


Mi semblante aquel día era tremendamente serio, lo reconozco, no quise andarme con tonterías. Quería cumplir mi sueño. Y no me refiero a hacer realidad algo que me moría de ganas de hacer, no.


Tres noches seguidas soñando con lo mismo, eso quería decir algo.


El sueño era simple, pero me ocupaba toda la noche. Aparecía yo, caminando con una brújula hacía el este, atravesando toda la sierra hasta llegar cerca de el faro y de ahí al corte del barranco, el mar estaba revuelto. Estaba amaneciendo.


Y de repente...


lunes, 26 de marzo de 2012

Y Thomas Edison no inventó la bombilla

Ya estoy en el soportal de casa, como todos los días, dispuesta a salir. Último retoque en el espejo... Y lista. Puedo marchar.
Voy dirección parada del autobús, pero por el camino voy fijándome en tantas cosas que mi cabeza nos las llega a procesar todas.


Me fijo en la blusa de la señora que acaba de pasar por mi lado, en que no me apetece ir pisando las juntas de las baldosas de la acera, en que ese niño iba comiéndose una galleta TostaRica, en el toldo de el balcón de aquella casa que está roto, en el reloj dorado de la joyería, en las pesadas bolsas de la compra de esa señora... Así, hasta una gran infinidad de memeces hasta que por fin llego al autobús.


Le pago al señor conductor el importe exacto del billete. Busco mi asiento, el cual tenga el cristal más limpio y no haya ninguna barrera divisoria que me impida ver el paisaje de campos que tan aborrecido tengo ya.


Mi mente sigue ahí dándole que te pego cuando llegamos después de 25 minutos. Entonces, mi chip cambia. Ahora mis ojos ya no piensan en otra cosa más que en verle, en buscarle.


BesarleabrazarlemorderleachucharlesonreirleAHÍ ESTÁS.


Pero este vuelco al corazón, no me coge de nuevas... Sé me nota en la cara, como siempre, que sólo tengo ganas de quererle.


Aguanto la compostura hasta la hora de cenar, dónde se desatan mis sentimientos sin prejuicios ni tabúes. Y te amo.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Preguntas. Preguntas. Preguntas.

Why do you say that?

martes, 6 de marzo de 2012

Esta boca

Y un buen día, aparece. Sí, aparece esa maldita idea en tu cabeza. Y no sabes si vas a estar preparada a dar el paso, porque, es lo que de verdad quieres, pero es muy difícil para ti, no lo habías hecho nunca y piensas que por tu culpa "alguien" va a estar sufriendo, va a estar herido, le va a doler todo esto.


Pero esa misma persona, la misma que hizo que apareciera la idea en la cabeza es la que te empuja a intentarlo, y te das cuenta, que su apoyo es mucho más grande que el de cualquiera, de el de otro, que sus palabras valen mucho más.


Entonces estás segura de hacerlo. Por ti. Por él. Intentarlo, por ambos.


Y te lo dice esta boca, la misma que te quiere besar todos los días, y que te besaría ahora mismo.

domingo, 26 de febrero de 2012

Minerales varios


El diamante siempre será diamante.
No podrá pasar a ser oro, ni plata...

jueves, 9 de febrero de 2012

miércoles, 8 de febrero de 2012

Change

Impotencia, el no poder hacer o el no saber hacer me provoca que desee apretar los dientes con tanta fuerza que, que... Grito para dentro. Después de eso, cierro los ojos, e intento respirar tranquila, intentando que las pulsaciones se reduzcan. No puedo estar más frente al ordenador, me pongo más nerviosa todavía. Por lo menos cuando leo, cuando escribo la energía se expira por mis dedos, es decir, que evito leer o ver fotografías. Si no puedo estar aquí, mejor intento hacer algo productivo, que me mantenga ocupada... Pero -pling- salta:

- ¡¿Se puede saber que coño pasa?! ¿A que estamos jugando? ¡Seré gilipollas profunda!

Y demás.
Grita para dentro, puta.

martes, 7 de febrero de 2012

Hamor


Al rato de estar sentado empecé a aburrirme. Me levanté, me alejé unos pasos y me puse a bailar claquet para pasar el rato. Lo hacía sólo por divertirme un poco. No tengo ni idea de claquet, pero en los lavabos había un suelo de piedra que ni pintado para eso, así que me puse a imitar a uno de esos que salen en las películas musicales. Odio el cine con verdadera pasión, pero me encanta imitar a los artistas. 

Stradlater me miraba a través del espejo mientras se afeitaba y yo lo único que necesito es público. Soy un exhibicionista nato.

- Soy el hijo del gobernador -le dije mientras zapateaba como un loco por todo el cuarto- Mi padre no quiere que me dedique a bailar. Quiere que vaya a Oxford. Pero yo llevo el baile en la sangre.


Stradlater se rió. Tenía un sentido del humor bastante pasable.

- El primer bailarín no puede salir a escena. Tiene una curda monumental. ¿A quién llaman para reemplazarle? -me estaba quedando casi sin aliento, no podía ni respirar- ¡A mí, al hijo del gobernador!

- De dónde has sacado eso? -dijo Stradlater-
Se refería a mi gorra de caza. Hasta entonces no se había dado cuenta de que la llevaba.

domingo, 5 de febrero de 2012

jueves, 2 de febrero de 2012

Zumo de excusas y réplicas

-Bum-

Tenia que explotar. Esa es la frase que mas he repetido esta semana. Todo este tiempo la mecha se estaba consumiendo entre sonrisas hipócritas y besos desganados, supongo, que nunca nos hemos llevado del todo bien, que siempre habia algún malentendido que acababa solucionado y mas que pasado, pero esto ya es una cuestión de principios, y lo he meditado tan tan bien, que me siento hasta mal. ¿Les harías tú el mismo feo a ellos? ¿Serias capaz de ponerte como ellos se han puesto? ¿Hubieras faltado por quedarte estudiando, por que habias quedado con el novio, porque no te daba la gana o porque no iba demasiada gente?

La respuesta es clara, sencilla y sincera: NO.

lunes, 30 de enero de 2012

Hoy son más de dos centímetros...

Pero, no quiero irme a dormir.

sábado, 28 de enero de 2012

Opuestos polos-helados

Frío, que te hiela hasta los huesos, que te hace tiritar. 
Pensando en él ya me tiene este verano que cada vez echo mas en falta...



martes, 24 de enero de 2012

Desde la cama

Hoy te invito a leer esto de una forma algo especial, desde la cama, desde tu lugar favorito en el mundo, y desde donde se disparan las ideas, que van a aparecer en tus pesadillas. Particularmente, tengo que destacar el apoyo incondicional de mi almohada, y lamentar no tenerte aqui a mi lado.

Sueño. "Que duermas bien princesa..."

domingo, 22 de enero de 2012

Alivio

Este es mi sitio, mi mar, las olas que desde pequeña escuchaba desde los brazos de mi madre y me acunaban, por eso me siento segura cuando estoy frente a él, respiro intensamente como queriendo guardar un trocito de esa brisa en mis pulmones para poder sentirla en momentos en los que me haga falta.

A día de hoy le quiero así, quiero poder irme y quedarme con un trocito de él, para que pueda sentirle siempre que quiera y necesite. Cuando está lejos, me siento incompleta. La forma en la que me acaricia el pelo es fantástica... Su mano después baja despacito por mis mejillas para encontrarse con mis pechos. No aguanto más. Le abrazo fuerte, fuerte. Mi barbilla está apoyada ahora en su hombro izquierdo y cierro los ojos pensando en donde se habría metido todo este tiempo.

Es una lección moral, un desvergonzado canalla, una bellísima persona, el paciente más impaciente, los ojos castaños más descarados, es una caja de sorpresas, un derrochador de sonrisas, la cabeza más enrevesada, es como una brújula inconformista, un soñador empedernido, los besos más intensos, dulces y picantes, es la envidia de muchas y muchos, sensato como él solo, y honrado como ninguno. Es increíble. Por eso le quiero tanto. Por eso estoy tan enamorada.

martes, 10 de enero de 2012

5 minutos más

Los deseos no tienen defectos, mucho cuidado con ellos... Corres tras un sueño y tropiezas ¡5 minutos más! pero despiertas 2 horas más tarde. La mayoría de la gente anhela algo tan extraordinario, algo tan estimulante, que arriesgan todo por ese deseo, es muy fuerte y cansado estar junto a alguien tan lleno de vida (ahora te comprendo, amor)... Hay demasiadas ideas, cosas y gente... Demasiadas direcciones que tomar, pero me encanta como funciona su pequeña mente retorcida.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Por Daniel Díaz

Descolgó la voz de un hombre:
- Bienvenido a la Iglesia de la Cienciología, ¿en qué puedo ayudarle?
- Eh… ¿Laura? – pregunté extrañado.
- No. Mi nombre es Carlos y ha llamado usted a la Iglesia de la Cienciología, ¿en qué puedo ayudarle?
- ¿Pero qué broma es esta? – le chillé al teléfono.
Entonces Carlos trató de tranquilizarme. He de reconocer que aquel tipo sabía lo que se hacía. Me habló de su Iglesia y de Tom Cruise. A mí me gustan las pelis de Tom Cruise, así que no le costó gran cosa convencerme.
Tras más de una hora de charla colgué.
De Laura, ni rastro; pero ahora soy cienciólogo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Cole


Hace un par de días subí al colegio chicas, a nuestro queridísimo Cervantes, a la hora del comedor, y ni os imagináis lo cambiado que estaba...

El cuadro ese que teníamos pegado en la pared, de unos dibujos bastante feos que se estaban pegando la cena padre ya no está, cierto es que cuando estábamos nosotras en el colegio ya estaba descolorido... Las bandejas de aluminio son las mismas, en los huecos más pequeños la ensalada, y el postre (y el pan que nunca nos comíamos, pero que antes de que fuera nuestra hora de comer íbamos a robar para matar el gusanillo), y el olor, que olor tan característico a sopa... Y los gritos, esta vez de voces más agudas ya que había mucho crío pequeño, pero si me hubieran llevado con los ojos cerrados, hubiera adivinado enseguida en donde estaba.

Las monitoras singuen siendo las mismas sorprendentemente... Dori, Conchi, Juani y demás poniendo orden. Anda que los gritos que nos hemos llevado de ellas son incontables, pero seguro que nos recuerdan con cariño... Aunque, fijándome en las escaleras de P4 y P5 y en los baños junto a las aulas de P3, quizás y solo quizás piense que puede que nuestra conducta no fuera la mejor, pero que recuerdos más fantásticos...

Siguen ahí las cestas llenas de bolsitas con el nombre donde guardábamos la pasta y el cepillo de dientes, aunque sólo sabíamos que era eso el primer mes de colegio, después o bien las perdíamos o no sé qué coño haríamos con ellas que siembre acabábamos robándoles pasta de dientes a los más peques y cepillándonos con los dedos...
Quiero que volvamos las tres. No quise subir a la segunda planta porque me hubiera puesto muy nostálgica... 


No cambiaría esos momentos por nada del mundo, vivirlos con toda esa gente estuvo bien, pero sin vosotras, sin vosotras no hubiera sido nada igual. Os quiero con locura mis nenas. Mis súper nenas.
Y pensándolo mejor, puede que no haya cambiado tanto después de todo...

martes, 15 de noviembre de 2011

Frase célebre

"Soy como el incomprendido Sugus azul de piña"

lunes, 31 de octubre de 2011

Seleccione su final preferido

Camino sola por mi playa, por la orilla, procurando que las olas no lleguen a rozar mis pies. Llevo los zapatos en la mano, y no me importa que sea 31 de Diciembre, porque hay veces, que necesitas evadirte, respirar profundo y no pensar, o mejor, pensar en cosas absurdas sin importancia, como en el ermitaño que se cruza en mi camino o en el ciclista que me mira atónito. ¿”Que pensará?... ¡Que estoy completamente loca, seguro!” Intento que mi huella sea más profunda ahora en la arena.

Continuo en la playa, camino hacia el centro ciudad, pero la verdad que no me apetece nada llegar a casa.
Veo a alguien a lo lejos. Diós, mi vista cada vez me juega peores pasadas. Imagino quien puede ser. Oh, no no no (sonrío)… ¿Qué diablos hace aquí?...
Finales alternativos:

a)
- Neni? ¡¿Qué haces tú por aquí?!
Super abrazo.
- Carño, necesitaba huir de casa de Félix, no aguantaba más el…
- Anda, relájate, míranos, pensamos tan igual, estamos tiradas y descalzas un fin de año en la playa…

b)
- ¡Os dije que no vinierais a buscarme!
- Vamos, tonta, que estás tonta, ¿cómo se te ocurre irte sin decir nada?
- Necesitaba desahogarme Santi, no me culpes…
- Vamos pava, que tengo el 206 apacrdado en el ayuntamiento, te subo a casa…

w)
Nos abrazamos.
Nos besamos.
Sonreímos, y nos miramos esperando que eso sea lo único que importe.
El silencio es delicioso…

d)
- ¿Tú?
Cabeza gacha. Pasa por mi lado. No menciona palabra y le dejo atrás con bastante rapidez.
Era justo lo que quería/esperaba que hiciera.
Fin.

e)
Oh, acabo de confundir a una señora y a su perro viejo con Emilio.
Nota para mí misma: tengo que ir a regularme la vista…



lunes, 17 de octubre de 2011

New


Me toma, me deja, se cansa, sonríe, la caja, la picio, se enfada, me crezco, me puede, le beso, se deja besar, nos vamos y nos vamos. Es raro, soy rara, le quiero. Loca.

Sentimientos que se encaprichan de sentir algo que jamás han sentido, que me muerde el corazón una y otra vez. Tengo que apagar la música porque no logro ni concentrarme con ruiditos de olas ni con musiquita chill out. Todo esto es tan contradictorio que me mata, hay tantos puntos en este texto como veces que tengo que pararme y decir “da igual”.

Se me agotan los argumentos, y cuando ves que tus mejores intenciones no valen, entonces te replanteas enfocar todo en una nueva dirección, en la cual no conoces el camino, vas a ciegas y sin bastón. Amiga, vete acostumbrando.


sábado, 22 de mayo de 2010

Composición


Estoy hecha de alquitrán y papel maché, labios de lava por duplicado, mi sonrisa, a mi sonrisa has de conocerla si no te quieres equivocar... 


Puedes acabar perdido por las praderas de mi nuca, o hundirte en las arenas movedizas de mi tripa, pero no puedes convertirme en tu vicio. 


En mi pupila hay un archivo, de veinte noches en vela, de cien lunas vacías, también de escuchar tu sangre al galope y del sabor tu piel al despertar. 


Soy alma de Blues pintada de verde, de la manzana más ácida mordida en tu puta vida.


martes, 17 de marzo de 2009

Ni siquiera apagué las velas

Abro los ojos y mi primer movimiento es orientar mi mano dormida hacia el despertador que descansa en la mesita de noche. ¿Qué hora es? Apenas si son las diez. Mi segundo movimiento ahora es intentar coger el móvil, o lo que pienso que debería quedar de él. ¡Vaya! Parece que sólo tiene un par de arañazos. Nota para mi misma: Apuntarme a un gimnasio. Ni siquiera al móvil se le desencajó la pantalla anoche, al tirarlo contra el suelo.Miro el móvil y descubro 17 llamadas y 4 mensajes, todos tuyos, por supuesto.

Dejo el móvil, me acomodo en la cama, pierdo la vista en el techo y, sin querer, ya empiezo a pensar en ti. Hace dos horas y media que salió tu avión y yo (con mi imagen de “plantada en la cama”) ni siquiera pude decirte adiós (no porque no quisiera sino porque tú ni siquiera me diste la oportunidad de hacerlo).

Me levanto de la cama, móvil en mano y con la intención de ir a la cocina a por un café y... ¡Sorpresa! Lo primero con lo que me encuentro es con una mesa perfectamente servida, esperando una cena que jamás tomaremos. Anoche no me tomé la molestia en recogerla, ni siquiera apagué las velas perfectamente consumidas en este momento, simplemente me limité a observar una y mil veces ese mensaje tuyo cancelando nuestros planes. Sin querer empiezo a recordar también los 20 minutos siguientes a tu estupendo mensaje; una llamada. Sonrisas falsas, palabras de disculpas, contener lágrimas, pérdida del hilo de voz... Sí, creo que fue justo ahí donde empezó nuestra discusión y, después de diez minutos, terminó con un “No se puede contar contigo, no sé que haces pasando el rato por mi vida” y colgué.

Dejé de pensar en aquello y volví al presente, dándole un sorbo a mi café y derramando tan sólo una lágrima de las casi trescientas que debería estar conteniendo en mi interior. De repente, mi móvil sonó. Un mensaje, supongo que una explicación. Era él, lo sabía. Ignoré el móvil hasta que otra vez volvió a sonar. Una llamada. Volvía a ser él... Y no sabía si debía cogerlo...

viernes, 13 de febrero de 2009

¿Verdad?


Serian, las 10 de la noche poco más o menos. Era primavera, y los turistas ingleses aun no habían empezado a invadir las calles. Y aun no comprendo porqué, hacia mejor temperatura que en verano, y hay muchas menos aglomeraciones... El caso es que llegué con los patines al parque de skate, y ya de lejos oía como se deslizaba su monopatín por la U.


Me quedé quieta en la entrada, esperando a que me viera, pero no lo hizo. Pensé que estaría demasiado concentrado en algún movimiento nuevo como para darse cuenta que le miraba fijamente, sin poder apartar la vista hacia cualquier otro lado.


Silbé.


Y como si de un perro cuando oye un silbato se tratara, y sin tener que mirar a su alrededor, me vio. Esperé a que hiciera algo para ir hacia él. Siempre lo hacia.


Cogió carrendilla, salió disparado hacia arriba, he hizo un mortal en el aire, que le quedó limpio, limpio... Parece que lo esté diciendo como si no fuera nada, como si no conllevara ningún peligro ni dificultad, pero todo lo contrario. Solo que yo estaba más que acostumbrada a verlo así.


Frenó en seco y fui lenta hasta la barandilla donde cada noche nos sentábamos.


- Te ha quedado bastante bien el salto -No me dio ningún beso, ni abrazo ni nada, pero tampoco me importaba-


- ¿Bastante dices? ¡Me ha quedado como a ti no te quedará en tu vida niña!




Aquí si. Cuando me dijo eso no le miré, pero sabía perfectamente que estaba mirándome, que estaba sonriendo. Y como lo sabía. Pasados unos segundos y me giré, nos acercamos, y sentí un cosquilleo en el estómago que subió hasta formar parte de un nudo en mi garganta, que después de tanto tiempo juntos, aun sentía como si fuera la primera vez. Me besó, y noté como me tocaba el cuello... No tenía las manos frías, pero le temblaban suavemente.


La verdad que no me di cuenta, pero cuando dejé de besarle estábamos como más juntos, mas acurrucados, y los ojos fijados el uno en el otro. Miré un poco hacia arriba. El parque estaba alejado de el centro de la ciudad, y las calles mas cercanas apenas estaban iluminadas por unas farolas antiquísimas, más de la mitad estaban o bien rotas, o bien fundidas.


Dio la casualidad que esa noche estaba el cielo más estrellado que de costumbre (o me lo parecía a mi), así que me saqué los patines y me puse las Converse verdes, le robé el monopatín y crucé la pista de skate hasta una pista no muy grande de fútbol que estaba justo al lado. Me puse en el centro, dejé el mono en el suelo y me apoyé en él como si fuera un cojín, y aquella pista fuera un colchón estupendo, allí acostada esperé a que llegara y que se pusiera a mi lado.


No se extrañó de que hiciera esto, me conoce como nadie, y estas cosas son muy normales en mí.


No tardó mucho en venir con mis patines y acostarse a mi lado.


- Creo que no había visto un cielo tan brillante en mi vida -Dije-


- Ni yo...


(Suspiré)


- Parece como si todas las estrellas estuvieran viéndonos, igual que nosotros a ellas, ¿Verdad? -Dijo él, convencidísimo-


- Sí, es verdad...

miércoles, 14 de enero de 2009

Una ultima vez

¿Recordais que dije que me iva a sincerar una ultima vez? Ahí va.


¿Estaba enamorado?


Sólo por la noche. Él no entendía nada de mí, sólo mi cuerpo. Y yo entendía el suyo. Por supuesto que no estaba enamorado.


De día le despreciaba pero no podía vivir sin él. Me traicionaba, me humillaba y después con un abrazo, le perdonaba todo.


A partir de hoy, voy a regalar los besos que no me diste en aquella tienda que hacía esquina en aquella calle tan oscura.


Voy a devolverte todas las palabras que nunca te dije para no tenerlas conmigo.


Voy a romper la maldita foto que nunca nos hicimos en aquella playa a la que nunca fuimos.


Voy a escupir en la puta promesa que no me hiciste y que, por supuesto, nunca cumpliste.


Voy a devolverte aquella pulsera desgastada que nunca te quité, y que jamás me puse.


Voy a olvidar esa canción que nunca me cantaste al oido.


A partir de ahora, voy a sonreír como si nada y a hacer ver al mundo que no duele, que no me importas. Ya nadie podrá decir que paso las noches llorando por ti, no lo sabrán, no tendrán ni idea. He comprendido que no puedes ser una prioridad en mi vida cuando yo sólo soy una opción en la tuya, lo siento pero no me lo merezco.


Y para ponerle la guinda final, quiero decir, que te quiero tanto que no tengo palabras para describir que si se vas, falta un pedacito de mi.


Por cierto, ni se te ocurra preguntarme si te echaré de menos... Todavía no he aprendido a contestar a esa pregunta sin llorar.


lunes, 5 de enero de 2009

Como haces siempre

No abro los ojos, suelo tenerlos un rato cerrados antes de despertar y ver donde estoy. Cuando los abrí lo primero que vi fue su espalda. Yo estaba hecha un ovillo y las mantas estaban desperdigadas todas hechas un churro por el suelo. Que frió hace .. – Pensaba – Levaba puesta tu camisa blanca de fondo de armario, pero mal abrochada. Me gire para el otro lado y bostecé.


Vi encima de la mesilla de noche una botella de .. A si, de Larios, y pensé, que necesitaba un café bien largo con un poco de leche. Me desperece y me senté con las piernas cruzadas como los indios encima de la cama. Estaba mirándote .. ¿Por qué siempre dormirá con las dos manos bajo la almohada? Que rico está así .. Reconocí el tiempo y el espacio. Eran las 11:55. Estábamos en la habitación de siempre en el hotel de siempre. No era una maravilla pero se estaba tan calentito; el clima no era ni de demasiado frió, ni de demasiada calor. Pero era invierno y la calefacción y la moqueta invitaban a no salir de la habitación. Te di un beso en la mejilla y te dije bajito: “Voy a desayunar”. Ni te moviste siquiera.


Me levanté y fui hacia el mueble de la tele a llamar por teléfono a recepción. Pedí dos cafés como a mí mas me gustaban. Me dijeron que no había ningún problema, que en menos de 10 minutos los tendría. Miré por la ventana. Ese paisaje que me encantaba y que no encontraba en un pueblo con mar. Las vistas no eran esplendidas, pero la habitación en la que estábamos era la de el último piso y desde veía todo el pueblecito de maravilla. Las casas con los tejados triangulares, con todas esas tejas desgastadas .. Precioso. Tocaron a la puerta. Era el recepcionista, un hombre bastante mayor, tenía el pelo todo canoso, con un carrito de esos donde traen unos desayunos de ensueño en las películas, pero, en el nuestro solo estaban los cafés y la cuenta. Lo entre todo y en hombre se marchó con su carro. Deje tu café entre la televisión y el teléfono, y me senté en el borde de la cama con el mío, estaba aun calentito, lo abrace entre mis manos.


Note como te levantabas de la cama pero no me quise girar. Sin mencionar palabra te sentaste a mi lado. Nos miramos y me recogiste el pelo por detrás de la oreja como haces siempre. Me diste un beso en la mejilla. “Buenos días” – Dijiste - . Y yo, sonreí de la misma estúpida forma que siempre.

Vosotros me entendeis


Fue un encuentro que jamás esperé, por eso cuando llegó, no me podía creer que coincidiéramos; después de tantísimo tiempo. Creo que no me vio, estaba por la casa como todos, tonteando con los amigos, de aquí para allá, sin saber muy bien, posiblemente a causa del alcohol, de quien era aquella fiesta.


Estaba sentada en una hamaca de la piscina, pero, no penséis que la piscina era enorme y que el paisaje era idílico, no, todo lo contrario, yo tenia mis dudas sobre cuantas persona cabrían en ese agujero, pero seguro que no mas de 4. Y el jardín no era muy grande tampoco, suficiente para un par de tumbonas, una sombrilla, y la caseta para guardar los trastos.


Bueno, el caso es que allí seguía yo, escuchando música de fondo, y pegándole un ojo a mi amiga que estaba tumbada en el sofá, con un tío, que yo por lo menos, no conocía de absolutamente nada. Una fiesta en toda regla vamos.


Decidí volver para dentro, para que engañarnos, me puse a buscarlo con la mirada, “¿Me reconocerá? Bah, no digas bobadas Laura, claro que te reconocerá...” Ya tenia la copa vacía cuando me acerqué a la mesa, donde, un chaval de mi edad mas o menos, las servia. Entonce le vi, esa chaqueta negra y gris era inconfundible, y esos ojos como pardos, tenian un color avellana casi perfecto.


- Que te mezclo


- ¿El que? -Estaba un tanto perdida-


- Que que te pongo


- Ah si, uno de... Bueno de lo que sea.


- Buena elección...


No tenia ni idea de que lo me estaba sirviendo, pues seguía mirándole. Si me hubiera puesto veneno, estoy segura que me lo hubiera bebido sin rechistar. Él, estaba con unas chicas y su amiguito del alma, haciendo por lo que parecía, una ronda de chupitos, de esas en las que pierdes la cuenta cuando menos te lo esperas. Bueno, hasta aquí, los mejores años de mi vida, esa noche hice algo que solo fue causado por un exceso de alcohol indebido, vamos, que iba como una cuba, y metí la pata hasta el fondo. Si, fui hacia la mesa en la que estaba y me puse detrás de él. No me vio, pero su amigo soltó un “Ostias” y seguidamente le cogí el chupito que había justo en frente de él, me lo bebí, lo dejé con un golpe seco en la mesa y le miré. Estaba demasiado mal como para saborear ese momento.


Me fui por donde había venido, pero la intuición supongo, note, no se bien porque, que me seguía, y regresé al jardín ese cutre, donde supongo que no había nadie por este hecho. Me senté en la misma hamaca de antes. Él entro también, se acerco a la piscina, y la miró extrañado (seguro que él también pensaba que no caberian más de 4 personas, estoy segura).


- ¿Me tiro? -Dijo. Y pensé, ¿Qué quiere que le diga que no tipo titanic? ¿O que si y que después no se tire y me deje fatal?-


- No te atreves -Bien, Laura, bien-


- Puede que si...


- Pues venga, hazlo -En el fondo, me estaba divirtiendo-


Pero, no se tiró ni mucho menos. Habia perdido de vista a mi amiga, no sabia donde estaba mi copa, no tenia ni idea de quien era la casa, ni siquiera entendía porqué el destino quiso que nos volvieramos a ver aquella noche, pero, solo sabia que estaba borracha, que le tenia para mi solita esa noche y que queria sacarle el mayor partido. Vosotros me entendeis.

Demasiado tarde

La música alta no seca mis lágrimas, pero ya no escucho mi propio llanto... Le pienso, como siempre, con los ojos cerrados. Pienso en lo último que me dijo. Pienso en su risa, en su sonrisa. De repente abro los ojos. Miro al techo. Mi móvil esta vibrando en la estantería de encima de mi cama. Por un momento, se me pasa por la cabeza pensar que es él. Que lo siente. Que no ha borrado mi número. Y aunque yo haya borrado el suyo, se como empieza, y al verlo, el corazón se me acelera. Bajo la música. Cojo el teléfono. Miro la pantalla. No es él.


-¿En serio pensaba que te llamaría? ¿A esta horas? ¿Para qué? ¿Para decirte que te quiere? Ya sabias que no, no se de que te sorprendes...


-Pero aunque no sea él... Eres tú. Eres el apoyo que me arropaba. El cariño que añoraba... Te necesitaba, necesitaba que me dijeras que estas hay, que no pasa nada, que no vale la pena llorar por él. Te quiero si, pero de una forma tan distinta a él... Siento que tú y solo tú eres el que me puede consolar.


-Pero es que yo la voz que necesito escuchar es la de él y no la tuya. Aunque solo sea para decirme cualquier chorrada, cualquier cosa...


-No seas inútil, joder. Cógele el teléfono, y escucha lo que te quiere decir. Siempre te llama cuando más lo necesitas, y ¿Cómo se lo demuestras tú? Le dices que estás por otro, pero que le quieres. Y él lo asume. ¿Ves lo mucho que te aprecia? ¿Y lo mucho que te quiere? ¡Acaso ves algo! Ah, no, se me olvidaba... Es que estás demasiado ciega para ver lo que de verdad sienten las personas que de veras te quieren...


-¡Pero él me dijo que me quería! ¡Que por mucho que me hubieras hecho, que lo sentías de corazón! Él, él tiene el remedio a todo esta mierda .. Se que es él el que tiene la última palabra. Siempre la ha tenido, y siempre la tendrá. Y lo sabe. ¿Pero porque no me lo demostrará como tú?


-Porque él no te quiere.


-¡Y como lo sabes! ¡No todas las personas son iguales! ¡No todas lo demuestran igual!


-Solo hace falta mirar para atrás...


- No me gusta mirar hacia atrás... Hay demasiados momentos que no quiero recordar...


-Hace falta mirar para atrás, aunque sea en contadas ocasiones... Esto nos hace recapacitar muchas veces... Y también aprender a valorar las cosas y a mirarlas desde otro punto de vista... ¿Acaso me estás escuchando?


-No


-¡Deja ya de darle vueltas! ¡Cógele el puto teléfono y olvídate de todo lo que fue para ti el otro! ¡Ya te ha hecho demasiado daño!


-Y ahora ya es demasiado tarde


-¿Por qué?


-Ha colgado