Decir
cosas como, “la gente no cambia”, vuelve locos a los científicos porque el cambio es literal. Lo único constante
en la ciencia. La energía, importa, está
siempre cambiando, transformándose, fusionándose, creciendo… Muriendo.
La forma
en la que la gente trata de no cambiar, es antinatural. La forma en la que nos
aferramos a las cosas que eran en
lugar de aceptar lo que son. La forma en
la que nos aferramos a los viejos recuerdos en lugar de generar nuevos recuerdos. La forma en la que insistimos en
creer a pesar de cada indicación científica que todo en esta vida es permanente.
El cambio es constante.
Cómo
experimentamos el cambio está en nuestras manos. Podemos sentir como si
muriéramos o podemos tomarlo como una segunda oportunidad.
Si abrimos nuestros
dedos, nos relajamos, nos dejamos llevar… Se puede sentir como adrenalina pura.
Como si en cualquier momento pudiéramos tener una nueva oportunidad en la vida. Como si en cualquier momento, pudiéramos volver a nacer.